Ángulos

 

 

 

Introducción

 

Ante la necesidad de medir el tiempo, las antiguas civilizaciones se guiaban por el día y la noche o los ciclos de la luna. El primer reloj creado por el hombre fue el solar, que indicaba los momentos del día por la sombra del sol. Estos relojes tenían el inconveniente de no servir en el amanecer, crepúsculo, días nublados y en la noche. Los romanos marcaban velas en forma de regla para medir el tiempo en la noche.

Más adelante surgió el reloj de arena, que consistía en dos recipientes esféricos de vidrio unidos con un estrecho canal; con este instrumento, llegaban a medir todo un día. Luego, nació un mecanismo con movimiento rotatorio continuo y regular, que se ha modificado y perfeccionado con la finalidad de medir el tiempo con mayor exactitud. En la actualidad hay diferentes tipos de relojes y una gran cantidad de modelos.

Ángulos

Si observas las manecillas del reloj, verás que se forman diferentes ángulos entre ellas. Y esto, ¿qué relevancia tiene?, justamente para ejemplificar cómo en la medida de un ángulo se utiliza el plano cartesiano con ayuda de una semirrecta. Si la semirecta tiene su punto inicial sobre el plano y se desplaza en sentido antihorario, es decir, en sentido contrario al de las manecillas del reloj, el signo del ángulo es positivo. Si la semirrecta se desplaza en sentido horario, o a favor del movimiento de las manecillas, entonces el signo es negativo.



 
           
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